La tradición europea, el coaching sistémico
El coaching se desarrolló en los años 1995 con la llegada de internet y, si bien al inicio le resultó difícil posicionarse, hoy en día es una auténtica profesión. El cliente final está mucho más maduro cuando recurre a un coach, sabe que busca a una persona que le permitirá cambiar de paradigma, de marco de referencia. El cliente final sabe que necesita un coach individual o de equipo para conseguir avances sumamente estratégicos y eficaces.
Si la profesión de coach se estableció, en primer lugar en los entornos deportivos y en particular en las universidades americanas en las que cada disciplina deportiva cuenta con la supervisión de su propio coach- el coaching se extendió rápidamente a esferas de mayor alcance, ya sea entre las empresas o entre las personas, a título individual, en busca de una transformación o incremento de su rendimiento.
Simple coincidencia o sincronicidad, como lo definió C.G. Jung, el coaching llegó simultáneamente a la revolución de la información, al mismo tiempo que el paso a nuestra era post industrial y post humanista, al mismo tiempo que la supresión de fronteras, los avances tecnológicos y, en particular, la física cuántica, los nuevos progresos en biología, medio ambiente, mundialización y la conciencia que cada uno de nosotros tiene sobre el calentamiento climático del planeta. El coaching pasó a ser una meta-profesión que se preocupa de todas las profesiones, a saber de todas las actividades humanas, tanto profesionales como personales. Como si de una casualidad se tratase, se inscribe en el marco de una profesión de acompañamiento del diálogo individual en el seno de un marco de referencia absolutamente « sistémico », sostenible, es decir que toma en cuenta de manera firme y decidida todos los interfaces del hombre con su entorno.
El cliente final sabe que el coach le retara con el fin de permitirle cambiar de marco de referencia, de establecer un plan de acción más motivador y con mejores resultados. Sabe que el coach individual o de equipo establecerá un diálogo « específico » con él, y que será muy diferente de una simple conversación.
La tradición europea, a través del coaching sistémico, se centra en la postura y los procesos presenciales y de escucha particular del coach que le permiten dejar emerger un potente contexto de transformación. Gracias al contexto creado por el coach, se desencadena una potencia de cambio, de innovación, de creatividad, de inteligencia personal o colectiva en el cliente.
La tradición europea continental llevó el coaching tradicional a niveles más profundos para, justamente, permitir este proceso interior y esta postura que no se encuentra escrita en ningún libro. No existe en nuestra conciencia habitual, no se aprende por la teoría, emerge en el aprendizaje. Gracias a este diálogo « específico », a este diálogo sistémico sin límites, a esta escucha libre de intención, se crea un vacío creativo del cual emerge un cambio de marco de referencia, simultáneamente en el coach y en el cliente, permitiendo ello elaborar un plan de acción potente, creativo e innovador a la vez.
Existe toda una serie de técnicas y herramientas, de saber hacer y de estrategias que permitirán al coach individual o de equipo instaurar un diálogo sistémico. Este saber hacer representa como máximo el 20% de las competencias del coach, el 80% restante son las competencias de su saber ser sistémico. Esta postura particular, esta presencia interior inherente al coach es esta conciencia sistémica. Cuando durante toda la sesión el coach está en escucha sistémica, deja emerger la conciencia de lo que sucede en su fuero interno, en su cliente y en el entorno compartido y utiliza los reflejos sistémicos para avanzar de otro modo con su cliente y juntos cambiar el marco de referencia.
Esta conciencia sistémica está en estrecha relación con la escucha sistémica. La escucha es el silencio, el espacio que el Master Coach ofrece a su cliente, es el espacio que va a permitir al cliente individual o de equipo de cambiar de marco de referencia.
¿Qué hace el coach en este silencio, en esta escucha tan particular y tan específica del Arte del Master Coach?
- ¿Qué ha sucedido en el fuero interno de mi cliente?
- ¿Qué sucede en el fuero interno de mi cliente?
- ¿Qué mira que no tiene por costumbre mirar?
- ¿Cuál es la postura del cliente?
- ¿Qué hace? ¿Qué ha dejado de hacer?
- ¿Qué dice y con qué palabras?
- ¿Qué no dice?
- ¿Cuál es el vínculo que existe con lo que sucede, con su envite personal?
- ¿Cómo es él?
- ¿De quién no habla?
- ¿Qué no pronuncia?
- ¿Qué sucede en mi fuero interno?
- ¿Qué imágenes me vienen?
- ¿Qué pensamientos me vienen?
- ¿Cuáles son las nuevas emociones que me afectan?
- ¿Qué evito?
- ¿Qué tengo ganas de hacer y/o no me atrevo?
- ¿Qué está enseñándome este cliente?
- ¿Cuál es el vínculo entre este cliente y estas otras situaciones?
- ¿Qué vínculo existe entre este cliente y mis otros clientes?
- ¿Cuáles son mis pensamientos, mis deseos, mis ideas?
- ¿Qué sucede en el entorno inmediato, lejano, a lo que nos rodea?
- ¿En qué puede resultarnos de utilidad este entorno?
- ¿Cuál es la posición del cliente en el entorno actual, pasado, futuro?
- ¿Cuál es la mía?
- ¿Cuál es la nuestra?
- ¿Qué debería suceder en buena lógica y no sucede?
- ¿Qué es extraño?
- ....
En ello se produce una paradoja, lo que resuelta bello de nuestra profesión, una magia del Master Coach puesto que en este silencio sistémico que es un vacio creativo el Master Coach entra casi en « meditación » puesto que está en el nivel « cero » de pensamiento, los pensamientos vienen, casi afloran, y se van como el reflujo de una ola y es entre las dos olas cuando surge ese “emerger”. Por ello hablamos de escucha sin intención, dado que por el simple hecho de detenerse en un pensamiento, éste pasa a ser una intención.
Así una intervención potente puede ser una mirada diferente, un asentir con un sonido, una palabra, otro silencio, una reformulación, una simple pregunta.
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Veamos a continuación tres ejemplos para ilustrar como se utiliza esta conciencia sistémica
Ejemplo de coaching individual con un directivo:
Ejemplo de coaching de equipo con un comité de dirección
El tema del stock se trató con ligereza y por tanto en su intercambio de opiniones, el Master Coach siente sobre él una opresión que no está acostumbrado a experimentar. En ese momento, mira con más precisión al equipo y constata que todas las personas, incluso el Director General, no se centran en el equipo. Sólo una persona mira al centro y el Master Coach le plantea la siguiente pregunta, mirando primero al Director y luego al resto del equipo: « si supieses que cuando te expresases, todos te escucharían, incluido el jefe, ¿qué cuestión importante te gustaría decir? » Esta persona miró al directivo, luego al director comercial. Hizo un monólogo durante el cual nadie le interrumpió y explicó como la empresa, acudiendo a proveedores en el extranjero, podría revender una parte de su stock. Todo el mundo asintió, se estableció un plan de acción para revender una parte del stock. Todos asintieron, se estableció un plan de acción para implantar con éxito este nuevo planteamiento (un proveedor extranjero pasaba a ser cliente y la empresa pasaba a ser mayorista). No sólo fue un éxito el plan de acción, sino que en la siguiente ocasión, el equipo quiso abordar con el Master Coach su forma de prever. Tomaron la decisión de abandonar toda una familia de productos a favor de nuevos productos del mercado. La empresa recuperó en un año un índice de rentabilidad de dos dígitos en un sector que normalmente se sitúa entre el 2 y el 3%.
Ejemplo de coaching individual con una directiva
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Esta conciencia sistémica que no se aprende en los libros, se desarrolla practicando un soltarse, practicando una presencia y volviendo a practicar una atención sin intención. Por todo ello, la escuela de formación sistémica METASYSTEME desarrollada por Alain Cardon no es sino un rodaje práctico, ejercicios practicados, un aprendizaje práctico para desarrollar esta conciencia particular que es en lo que consiste a fin de cuentas el auténtico Arte del Master Coach Sistémico.
La escuela METASYSTEME, escuela de formación en el coaching sistémico, el auténtico arte del Master Coach
El auténtico arte del Master Coach es el de desarrollar esta conciencia sistémica y utilizarla para su cliente individual o de equipo.
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